En ocasiones, al momento de agarrar un libro antes de zambullirse en su lectura, la manera en la que está editado es lo primero que a unx lx atrapa e intriga. Eso mismo ocurre con los libros de Frutos del Dragón: lo original de sus tapas con solapas e ilustraciones coloridas y la mezcla de historias entrecruzadas con imágenes en su interior, demuestran cómo sus libros son creaciones cargadas de significados y dedicación. Al mismo tiempo, esta editorial oriunda de Sierras Chicas tiene el objetivo de narrar diferentes viajes, recorriendo junto a quienes pasean por las ciudades las diversas sensaciones que implica habitar nuevos territorios.

Verde Tortuga Oscuro, el primer libro de Marianela Jimenez, relata una de estas travesías. Situada en España, la autora crea una especie de diario de viaje, compuesto por cartas a sus seres queridos, monólogos en los que se habla a sí misma y fragmentos que narran la realidad de una argentina viviendo en un país extranjero con un riesgo a cuestas: el de ser inmigrante sin papeles. Dividiendo el relato entre las cuatro estaciones del año, Marianela Jimenez recorre el torrencial de emociones que puede desprenderse durante aquel periodo de tiempo, donde las inseguridades y el sentimiento de extrañar a tu lugar de origen se vuelven difusos ante la aventura y la presencia de novedosas oportunidades que pueden presentarse en un nuevo país.

“¿Cuán unido tiene que estar un cuerpo a un lugar para saber decodificarlo?”, se pregunta la autora en un momento de su estadía. Es quizás aquella pregunta una inquietud que acompaña a este relato de principio a fin. Lejos de hacer de este viaje algo romántico, demuestra sin intenciones de esconder cómo es que la angustia puede volverse una presencia constante ante la incertidumbre. Las citas de Tinder, el taller de escritura, buscar una casa y encontrar trabajos que permitan alquilar una habitación de un hostel son algunas de las situaciones que, a pesar de ser relatos que retratan cotidianidades, por momentos la protagonista los envuelve de reflexiones cuasi poéticas. Leer cómo es que con la llegada del otoño las cosas se van acomodando para la autora en su propia aventura es, a modo de ejemplo, un poema escrito sin intenciones de ser poema.

 La necesidad de escribir, de registrar en un diario todo lo vivido y volverlo literatura es algo que Marianela Jimenez no suelta en ningún momento del libro. Si esta crónica que recorre rincones españoles está cargada de sentimientos, es porque la autora se encarga de anotar toda experiencia que atraviesa su cuerpo. Es quizás aquel registro de palabras el que termina por convertirse en un caparazón, y ese caparazón en un hogar.

Verde Tortuga Oscuro

Marianela Jiménez

2021, Edit. Fruto de Dragón