Los clásicos, los raros, los llamativos, los sencillos, los pesados, los que no se encuentran, los repetidos hasta el cansancio, los que conocemos pero nunca leímos, los que no sabíamos que existían. Las bibliotecas alojan de todo y para todes. “¡Qué hermosos libros!” “¡Cuánto material!” “Tienen cosas re nuevas”. No vamos a achicarnos: cada vez que alguien se acerca a la Saleme se sorprende. Tal vez la imagen de la biblioteca como estanterías infinitas de libros viejos de tapas marrones, opera como resabio en el imaginario. Una vieja me dijo una vez que lo rico si se comparte es dos veces rico. A nosotres nos pasa algo parecido. Queremos que vengan, que saquen los libros, que chusmeen todo lo que hay, que lean, hojeen, elijan, disfruten.
En esta inquietud andábamos cuando el compañero ilustrador JP Bellini tuvo una idea: ¡CHISPAS! Dibujar fragmentos de obras que andan por la biblio. Además invitó a Caro Dupraz a leer. No se quedaron solo ahí: eligieron una obra que no estaba en las estanterías y la llevaron a la biblio (de esos detalles se hacen estos espacios). Ni les cuento con el compromiso que tomaron este trabajo para que sea una pieza audiovisual realmente maravillosa.
Después vino la Feria del Libro de Córdoba con su programa “La Biblio te cuenta” y aprovechamos para presentar CHISPAS, convocando a ilustradorxs, escritorxs y otres colaboradores a leer e ilustrar en vivo fragmentos de libros elegidos al azar. La Saleme está en el edificio de la Unión Obrera Gráfica Cordobesa que, una vez más, nos hizo el aguante y en el salón principal desplegamos micrófonos, pantalla, sonido y cámaras.
Por primera vez vimos el fragmento de Las Rositas, de Graciela Cabal, una autora que nos encanta y que se las apañaba para, en sus relatos para grandes y chiques, romper estereotipos desde su enfoque feminista y narrar el vínculo con la naturaleza.
Caro Dupraz leyó textos de Daiana Henderson, Mary Oliver, Estela Figueroa y Roberta Iannamico, mientras Manu Kápilan dibujó en vivo esos fragmentos. Después, el micro pasó a Darío Sandrone y las tintas a JP Bellini, que abordaron el texto August Eschenburg de Steven Millhauser. Como una especie de recreo de lecturas, Sergio Cuenca nos dijo: “Cada naipe es una puerta, cada puerta lleva a una casa, cada casa habla y nos habla”, y desplegó sus Naipes Habitables.
Emilia Casiva trajo un libro que se actualiza en este contexto: Los Pibes Suicidas, de Fabio Martínez. Mientras, César Agite iba creando la imagen de un piquete que evocaba los días de Tartagal. Cerraron el evento Julieta Cuervo y Pablo Natale, con el texto Los empleados, de Olga Ravn.
Nos quedamos de lo más contentes. Una constelación de gente viviendo la Biblioteca Popular María Saleme. Estamos en Artigas 60, de lunes a viernes de 15 a 18. Asociate, con eso nos ayudás a sostenernos y crecer.
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