Por Anabella Antonelli

1

Escalada de represión a pueblos indígenas. Utilización de los cuerpos de mujeres y niñas para operetas políticas criminales. Asesinato de militante en una pequeña protesta en Capital. Barrios asediados por la disputa territorial entre bandas narco. Sobreseimiento de imputados por el crimen de Santiago Maldonado. Movilización en Córdoba para que la policía deje de matar pibes. Un malón que sigue a la espera de ser atendido en Plaza de Mayo. Un candidato misógino que promete crueldad cosecha amplia mayoría a 40 años de democracia. STOP.

 

2

Gugleo:

Espanto

nombre masculino

  • 1.
  • Miedo súbito y muy intenso.
    «el espanto con fundamento sobrenatural muy raramente desaparece con un discurso de razón»

 

3

¡Qué espanto! Desde que lo vi, cada vez que digo esta frase recuerdo el documental El Espanto (2017). Vecinos y vecinas de un pequeño pueblo argentino, cuentan que todo lo curan con remedios caseros, menos “el espanto”, una  afección extraña y fatal que una señora se agarró una vez y le provocó la muerte, cuentan. Un hombre taciturno, que nadie se anima a visitar, es la única persona que puede curarlo.

 

4

Wikipedia le dedica una página a esta afección. Ahí, algún autorx generosx explica que los síntomas, “los cuales no necesariamente se presentarían todos juntos”, son: diarrea, vómito, inapetencia, escalofríos, fiebre, dolor de cabeza, fotosensibilidad, adelgazamiento de la sangre, llanto inconsolable, insomnio, desesperación.

Además existirían diferentes tipos de espanto, según las causas que podrían originarlo:

-Espanto de Chaneque, que aparecería después de que la persona se hubiera topado con ese ser de la mitología mexicana o con espíritus protectores de animales o plantas, espíritus del agua, de los bosques, etc.

-Espanto causado por agua, después de haber estado a punto de caer al agua o de ahogarse.

-Espanto de víbora, si una serpiente se hubiera cruzado de pronto en el camino, aunque no le mordiera.

-Espanto de muerto, si se topa con el espíritu de una persona fallecida.

-Espanto de ojo fuerte, por haber sido expuesto a personas desconocidas y con miradas muy penetrantes y auras pesadas (el mal de ojo, que le dicen).

Y finalmente, enumera otras causas. Cito: “Se incluyen todos aquellos que se derivan de cualquier situación que hubiera causado miedo al individuo, por ejemplo, un encuentro con algún animal salvaje, que algún rayo cayese cerca, toparse con algún hechicero, presenciar actos que incluyan una alta carga de agresión o violencia, que la Tierra se hubiera ‘enojado’ con alguien por los ‘pecados’ cometidos, etc”.

5

Busco pistas para estos días. Rafael Barrett, anarquista y periodista hispano-paraguayo, escribió desgarradoramente en El dolor paraguayo, a propósito de lo que acontecía en el país, que “no hay cosa tan cruel como el miedo, cuando tiene el miedo las armas en la mano”. Ojo. Al miedo hay que bailarle, porque el miedo paraliza -decía Rankalé Llanquinao, mujer medicina mapuche-. A la tristeza la recibimos, nos tomamos unos mates y le decimos que se vaya. No hay que dejar que se queden.

 

6

“En francés, ‘frayeur’ (espanto) viene del latín ‘fragor’ (ruido-escándalo-emoción intensa-gran temor) al que se asocian las nociones de sorpresa y de sobresalto físico (jadeo, taquicardia, ahogo). (…) En árabe dos palabras pueden ser utilizadas. La primera ‘sar’ (…) deriva de una raíz que significa extenderse, perder su forma original, o incluso perder su forma estructurada. La otra ‘jal’a’ (…) deriva de un verbo que significa desenraizar, extraer violentamente de su elemento”. El que escribe es Tobie Nathan, referente de la etnopsiquiatría en Francia, a propósito de la afección. Sigue explicando que en todas estas lenguas la palabra “espanto” se relaciona con el encuentro de la persona con un universo radicalmente diferente del habitual, que quiebra su marco de seguridad, o con la extracción del núcleo del sujeto fuera de su “membrana protectora”.

 

7

Espanto. Es lunes de la semana que sigue a lo que fue. No hay remate. Entre el espanto y la ternura transcurre todo, dice el poeta, crece la hiedra, la vida canta, corre la suerte. ¿Hay yuyos para quitar el susto? “Yo diría que todos –responde una hermana yuyera–. Las plantitas todas florecen en los incendios, cuando ganó Macri, cuando hay inundación y si se las come un caballo. Lo dan todo y confían”.